Lo siento

Lo mirase como lo mirase aquella situación había superado todas las espectativas que yo tenía sobre mi profesor. Sabía que no se encontraba bien de ánimos, que cualquier cruce de cables le llevarían por este camino,y aún así, no estuve ahí para ayudarle...¿Qué clase de persona era sino podía ayudar a las pocas personas que me importaban en este mundo? Me sentía horriblemente mal, comencé a derramar unas pocas lágrimas en silencio, mirando a Naoka fijamente en ese estado se me estaba destrozando el alma...

Eres un idiota- seguí llorando- ¡¿En qué momento pensaste en hacer una locura así?! Si no llega a venir Matsu...-corté sin saber qué mas decir

Era lo único que podía, quería gritarle, pegarle, echarle en cara todo lo que había hecho, pero no supe...las palabras no salían de mi boca, lo único visible eran lágrimas de odio e impotencia. Por un momento se me ocurrió dejar de ser egoista, volví a mirarle, estaba débil y agotado, seguramente no era ni el momento ni el lugar para una explicación...decidí salir de allí.

Tengo que irme- dije entre sollozos- Adiós.

No me lo pensé dos veces y salí de la habitación corriendo, recorrí todos los pasillos lo más rápido que pude y me marché a casa. Recorriendo las calles enfadado finalmente llegué a casa y me encerré en mi habitación olvidándome el mundo, no tardó mi padre en acudir a mi para que recogiera lo que acordamos...