Stalkeando [Privado]

Después de darle un último mordisco a su merienda, soltó un pequeño bostezo, alejándose un poco de la cámara, para que no se oyera en el video. Aunque podría editarlo si lo conservaba, prefería ahorrarse trabajo.

Tumbado boja abajo y muy encogido, con la cámara grabando y la música sonando alto en los auriculares, el ausrtaliano con compleajo de koala se encontraba encima de una de las máquinas de refrescos que se habían colocado en esos estrechos pasillos, cosa que en parte le parecía muy poco inteligente, ya que solo provocaba atascos a las horas puntas de salir de clase, aunque le parecía muy buena idea, ya que provocaba que los alumnos se chocasen a las horas puntas de salir de clase. Estaba bien tapado con un manta que, sumana a lo ligera de su respiración, daba de impresión de ser totalmente invisible. Era un lugar perfecto para stalkear, la diversión empezaría de un momento a otro...

O eso era lo que llevaba diciéndose más de dos horas. Hacía ya tiempo que las clases habían acabado, pero en vez de irse a su habitación a hacer la abundante tarea que le habían encargado sus estúpidos profesores, en cuanto vio que la gente abandonaba el lugar, se situó sobre la máquina. En aquellos momentos, las pocas personas que estaban en clubes debían de estar en las actividades. Su escondite estaba puesto de manera que alcanzaba a grabar casi a la perfección tres clases, dos de primero y una de tercero. Si algo ocurría en las clases de segundo, podría ir luego a recoger las grabaciones. La verdad es que el centro haría bien contratándole como guarda de seguiridad, pero a él le interesaban "otras cosas".

De un momento a otro, algún estudiante de primero tendría que entrar a su clase. A lo mejor con la excusa de que se le había olvidado algo. Entonces, otro alumno de primero, o a lo mejor algún senpai de segundo o tercero, entraría también a la clase. Podía, sacarle a la fuerza y forzarle a hacer cosas en el pasillo. También podría salir de un momento a otro algún par de sudorosos miembros de un club deportista. Comprarían un refresco, uno de ello lo abriría demasiado temprano, porque acabaría empapándole toda la camisa, ya de por sí sudada. Entonces el otro le quitaría la camisa, le limpiaría los restos de refresco que hubieran tranpasado la tela con la lengua y...

¡Había descubierto el mejor escondite del mundo!

Ahora... solo debía esperar a que algo pasase...

Sigiloso. Esa era la única excusa que podía darle el que estuviera arrastrándose cuan lagartija o mismo trapeador viviente por el suelo del instituto ¿........y ahora qué? Pues ese estilo de brillantes ideas podía pasársele por la cabeza cada vez que por fin prestaba atención a una clase.

No hacía más de 10 minutos, en el laboratorio, se había dado la clase de Biología, el fantástico mundo de los "Reinos" y al parecer el héroe acababa de identificar al nuevo y más poderoso enemigo de todos, los que no pueden ser vistos al ojo humano. Apenas llegó a esa conclución, desconociendo por completo la autoridad en el aula (como todas las veces), se arrojó al suelo misma lapa y empezó a moverse con gran habilidad hasta la puerta de salida y seguir así por los corredores ¿por qué? esa sería la pregunta del millón, claro, si es que se quisiera escuchar una respuesta por completo lógica, lamentablemente... él no la tenía; según él, trataba de relacionarse con el enemigo y pensar como él mientras ideaba un plan en contra de ellos.

La verdad es que ya llevaba varias:
- Hacer un jabón antibacterial gigantésco del tamaño de la tierra y lavarlo con aquel robot enorme que iría a proteger la tierra.
- Construír las edificaciones y calles de jabones antibacteriales.
- Usar zapatos con la suela de jabones antibacteriales, así por dónde camines, vas limpiando.
- Cambiar el agua que transita por los drenajes con aquel líquido "aniquila bichos".
- Dejar de vender esos perfumes tan caros por aromatizantes antibacteriales, o mejor y más práctico, crear uno gigante a medida del robot-protector-tierra y rociarlo.
Y entre otras que aun intentaba recordar, sin embargo, no se decidía por cual sería la mejor opción a menos que se hagan todas...

- Hmmm - se detuvo un momento para llevarse una mano al bolsillo. El ambiente lo notaba ligeramente "callado" y eso le incomodaba, necesitaba de su ipod aunque..... la había olvidado en su maleta - tsch - carraspeó molesto al sentir pura tela entre sus manos, mas ningún aparatito metálico y delgado identificable... ni siquiera una moneda con la cual gastar en la máquina de refrescos que estaba a su lado.

Whatta pity... apoyó su mejilla contra el frío pavimento ya aburrido y pensando que más podía hacer; fue en ese momento de tranquilidad cuando por fin pudo apreciar una leve melodía haciéndole olvidar la misión principal. Era como si proviniese de lejos o tal vez alguien estuviese por ahí escuchándola a un bajito volumen o un terrible aumento-asorda-oídos desde los audífonos... sea lo que sea, tenía un excelente ritmo.

Se levantó leve apoyando su codo en el suelo y su cabeza en una mano, aun echado, a la vez que tarareaba esa canción. Sin duda esa persona debía tener un gran gusto en cuanto se decía por música.

Parpadeó un par de veces al ver un cuerpo arrastrarse por el suelo. Estaba a punto de agotar su paciencia y dejar a las cámaras grabar por él, pero se quedó quieto, totalmente quieto. Y dos preguntas le asaltarom. La primera, ¿por qué demonios estaba arrastrándose? Y la segunda, ¿venía acompañado, o estaba esperando a que alguien se lanzase sobre él? Si iba a ser eso, más le valía darse prisa...

Aunque, cllaro, no estaba en sus planes que el rubio empezase a tararear la canción que el australiano estaba escuchando. ¡Espera! ¿¡Eso significaba que podía oírle!? ¡Entonces, a lo mejor, su escondite estuviera en peligro! Rápidamente, movió la mano que no aguantaba la cámara para bajar el volúmen del audio, aunque con la suficiente mala suerte como para darle al botón equivocado, haciendo que el sonido subiese hasta el máximo. Prácticamente pudo sentir como sus tímpanos estallaban.

-SHIT!!! -Exclamó, inconscientemente, tirando el ipod al suelo. Cuando se dio cuenta de lo que había echo, no pudo hacer nada más que encogerse y retener su respiración todo lo posible. OK, esta sería una de las cosas que tendría que editar en el video.

El aumento de volumen y la grosería soltada casi de la nada proviniendo de arriba, muy arriba suyo, hizo que en un acto reflejo moviese la cabeza levantando su azuleja mirada hacia dónde estaría el tope de aquella máquina de sodas que tenía a pleno costado. ¿Captar algo? Pues, lo único que pudiese considerar "humano" fue una voz extraña, ya que pronto cierto objeto objeto metálico le impidio ver más allá de lo que pudiese haciendo honor a la ley de Newton ¿cuál era? "Lo que sube, debe caer" ....aunque en realidad aquel objeto no había subido.

Lo que empezó por algo chiquito, pronto se hizo grande y más grande y más grande y más grande. Su forma brillante solo hizo que su corta imaginación volara, para aquellos microsegundos, y viese un platillo volador... ¿Acaso los extraterrestres lo llevarían a su planeta? ¿Sabían que él era un héroe? ¿Eran buenos o malos? Tony una vez les contó de ellos... no todos eran buenos, entonces ¿Querrían eliminarlo? Y si eran buenos ¿Por qué querían llevarlo? ¿Era el "elegido"? ¿En un futuro le esperaba defender al mundo del bien del mal? ¿Cuán importante se volvería?

Le hubiese gustado llegar a la parte de aquella batalla intergaláctica, en dónde él estaba luchando contra el villano extraterrestre general que había planeado conquistar su planeta tierra con la ayuda de la raza más poderosa y violenta de los universos, el mismo que en unas pocas horas más adelante le confesaría con voz gruesa y seca "Yo soy tu padre" y él quedaría en un shock emocional con un solo grito retumbando desde sus cuerdas vocales "NOOOOOOOOO" ....pero bueno, no resultó ser así, el tiempo podía volverse largo, mas no eterno.

Pronto sintió el frío objeto utilizar su rostro como zona de aterrizaje impactando de manera ehmmm... no agradable.

- Ouch! - tan solo emitió un quejido cuando esta "nave extraterrestre" se deslizó de su rostro para seguir su recorrido tal y cual Newton mandaba - ¿Qué fue eso? - se llevó la diestra a sobarse la nariz y sorprenderse que milagrosamente sus lentes no se habían hecho pedacitos. Tal vez sí estaba siendo protegido por una fuerza divina.

Pensó por un momento en preocuparse por lo que había escuchado antes, pero reconoció de inmediato la música que le había imnotizado previamente ahora sonar desde el suelo, en el "OVNI". Su rostro se pintó de pura alegría y goce.

- I can't believe it! - se acomodó en el suelo sentándose y tomando el aparato en sus manos - esto debe darse por mi grandiosa personalidad e increíbles dotes de super-hero, sí ¡eso es! ¡Hahahahahaha! - y sin importarle el "extraño especimen" que se ocultaba sobre la máquina de bebidas, bajó el volumen a la medida de sus oídos y se puso los audífonos para apreciar mejor esa pegajosa melodía.


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(Off: fuckinmente laaargoooo 8DU sorry xDU)

A través de la pantalla de la cámara, observó la cara de atontado que se le había quedado a la víctima del golpe de su reproductor de música antes de que impactase contra su cara. Aunque no fuera lo que se dice "su materia", guardaría esa parte. Hasta sintió la tentación de dejar de grabar un momento para volver a ver el golpe, aunque se arriesgaba a empezar a reír como loco y eso no sería una buena idea.

¡Pero entonces tomó su iPod! ¡Ey! ¡Eso era pecado! ¿¡Y encima se atrevía a colocarse sus auriculares!?

Muy bien, si tenía a algún profesor esperando para violarle en cuanto se despistara, o algún estudiante menor para violar en cuanto apareciera, ya le importaba más bien poco. Que tocasen su preciada tecnología era algo más que imperdonable.

Dejó caer su manta sobre el chico rubio y bajó agilmente de la máquina en la que antes estaba su escondite. Por supuesto, se encargó de dejar su cámara allí arriba. Si había paliza habría que grabarlo, aunque tampoco fuera "su materia", a lo mejor alguna de las visitantes se lo tomaban como un poco de sadomasoquismo. También se olvidó del echo de que estuviera rompiendo su más sagrada política; El que graba, no aparece.

-Hey you! -Exclamó con todo el enfado del mundo, acercándose a donde había dejado su manta y mirando al otro chico-. What the hell do you think you're doing with my iPod, motherfucker!? -Con un notable enfado, agarró el reproductor de música y lo arrancó de las manos del otro con la menor delicadeza posible, aunque procurando que el color azul no se hubiera visto dañado-. ¿¡Es que no te han dicho que no se tocan las cosas de los demás, asshole!?


(no te preocupes~ *3* amo los post largos ;D)

Se dejó llevar por la música cerrando los ojos y moviendo levemente la cabeza al ritmo de la batería. Sí que tenía un buen inicio, pero no pasaron ni los 10 segundos de haberse conectado al aparato para que en un "zaz!" algo más cayera sobre él junto a un "grito de guerra"; esta vez la sensasión era suave y ligero cómo ¿una manta? ¿desde cuando llovían mantas? Ya de por sí era extraño la lluvia de ipods.... ¿llegarán a llover hamburguesas como en aquella película? Si eso ocurría declararía ese como el mejor día de su vida... aunque tal vez sea distinto.

La voz que había escuchado previamente se hizo a notar por segunda vez sino que ahora algo le arrancaba sin sutileza el objeto brillante de las manos y la música dejó de sonar en sus oídos.

Posiblemente, de no tener la manta obstruyéndole la vista y dejándole todo a pura imaginación, hubiese reaccionado de una manera más "delicada".
En un acto reflejo y bruto, sin quitarse la manta, saltó del suelo hacia el muchacho con violencia para tirarlo, posisionándose en su encima, tomándole con fuerza de una muñeca y desconociendo si era joven, viejo, mujer, hombre, alumno, profesor. Si resultaba ser este último, estaría en un grave lío.

- ¡Ah! - soltó un monosílabo al tenerlo tan cerca y por fin notar quien había sido su "ofensor" - its only a kid hahahaha - rió con cierto humor y un pequeño dejo de decepción dándole contraste a que aun lo tenía sujetado y estaba en su encima. ¡Qué lástima! Realmente esperaba que fuese algún estilo de monstruo mutante o zombie.

Le tomó totalmente desprevenido, el de repente sentir unos tantos kilos de ser humano lanzarse sobre él a la velocidad del rayo solo le permitió soltar un grito antes de darse cuenta de que el idiota con lentes estaba sobre él, agarrándole de una muñeca.

Su instinto de supervivencia se puso en marcha como acto reflejo. Eran incontables las veces que había visto aquella situación, y no le gustaba. Bueno, normalmente le gustaría, pero solo si él las observaba. Ya que esas situaciones solo tenían tres salidas. O el de abajo soltaba un grito de lo más afeminado, intentaba huir y conseguía irse del país, o tras el grito lo único que había era sexo puro y duro, o los dos se acababan matando a golpes. Ninguna de las tres opciones le gustaba lo más mínimo, no solo por el echo de estar siendo grabado por la cámara que, irónicamente, había dejado él mismo en funcionamiento, o porque su ley de oro era no estar nunca en las situaciones que grababa. Era también, posiblemente, por algo del orgullo que tenía.

-Only a kid!? -Repitió con enfado. No le gustaba lo más mínimo que le llamasen "niño". Puede que siempre fuera el más pequeño en clase, ¡pero tenía quince años! ¿¡Por qué demonios había gente que le miraba raro y le decía "¿para qué quieres esto, niño?" cuando compraba material electrónico o, incluso, para crear ambientes de verdad!? Intentó que sus rodillas atacasen alguna zona del rubio que le permitiese huir, pero la verdad es que no tuvo muy buenos resultado-.. ¡No soy un niño! ¡Suéltame! -Exclamó, forcejeando todo lo que podía por dejar su muñeca libre.

Venga ya, ¿y ahora forcejeaba? No hubiera estado mal que alguien hubiera parado el tiempo y le hubiera dado una buena cachetada, se estaba comportando como los críos esos que decían "no" cuando quería decir "sí", esos a los que solían violarse los más grandes. Esos... eh... ¿cómo les decían por ahí? Bueno, no importaba demasiado.

Aun sin apartar esa característica sonrisa suya llena de energía, le miraba forcejear en un vano intento de salir. Que iluso... si supiese que solo estaba aplicando un suave manejo en sujetarle sabría que por más que intentase nunca podría a menos que el americano quisiese. Tenía las de perder.

No, wait... ahora que lo pensaba de manera más "filosófica" (dicho así porque su razonamiento no da más hasta del conocimiento de la estructura de la hamburguesa).... ¿No era él quien protegía a los más débiles de aquellos abusivos que solían aprovechar de su tamaño o su fuerza para tenerlos en la misma situación que él tenía al pelirrojo? Si estuviese caminando randomente algún día y viese la misma escena en la que estaba a otros sujetos de seguro se hubiese lanzado a atacar al más grandote para que deje al pequeño en paz como la ley de todo héroe mandaba.

Soltó la muñeca del otro y se paró alejándose de su encima.

- Yeah, yeah - se acomodó las gafas que ya se le resbalaban por la nariz - Hehehe, perdona por eso, te confundí con un UFO o algún criminal en serie encargado de acabar con la justicia en el mundo - se agachó un poco y le estiró la mano para ayudarle a pararse - I'm Alfred, but u can call me "hero" -

Le examinó por unos segundos. En serio era bastante chiquito, la típica víctima favorita de los abusivos para usarlos de rellena casilleros y averiguar hasta cuanto podían encogerse. Espera... nunca lo había visto por el plantel ¿acaso también sería nuevo? Bueno, si era de esos tan molestados de seguro lo hubiese reconocido, pero no... pelirrojo, enano, ojos azules, piel pálida; era la primera vez que le veía ¿Por qué lo habría atacado?


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(Off: perdóname haruuuu!! ;A; *se lanza en su encima a moquear* olvidé a Alfie y mi tiempo de trabajo no se quiere proporcionar con el de ocio ;~~~; haré más espacio a la fuerza! I'<
PD: a que viene lo de arriba en tu firma?? xDDDDDUuuuuuu)

En aquella horrible y vergonzosa situación, lo único que deseaba el pequeño australiano era patearle el culo a ese idiota... Pero espera.

Con un gran alivio en las muñecas, pudo sentir como el rubio le soltaba, para luego salir de encima suyo. Respiró profundamente mientras oía al otro presentarse. Genial, le había dicho el nombre... Alfred, seguro que no habían muchos Alfred por ese instituto... Sonrió levemente al pensar en la hermosa venganza que tomaría.

Se incorporó lentamente, para no marearse, y dirigió una silenciosa mirada a la cámara que seguía grabando. Ok, lo único que guardaría sería la cara de atontado de antes, todo lo demás no tenía sentido ninguno.

Giró ahora la cabeza hacia el otro chico, y aunque al principio era una mirada llena de odio, no podía perder su estrategia de "ataque", claro que no... Así que, rápidamente, se transformó en la más adorable y tiernas de las sonrisas.

-I'm Kevin~ Nice to meet ya -Dijo con una voz tierna y suave, la misma que usaba para ganarse a los profesores, a las chicas que le molestaban, a los chicos que le molestaban y, en resumidas cuentas, a todo el mundo...

"Nice to meet ya~ My stupid next victim~"