Tarde oscura y aburrida

Poco después aparece Adolph, con ambas manos en la nuca, subiendo las escaleras con aire despreocupado. El día no le había parecido, para nada, aburrido. Al contrario, nunca supo que los pandas fuesen tan extravagantes.
Ya en la azota, ignorando la presencia del otro, comenzó, de nuevo, una amena conversación consigo mismo o, más bien, como él decía, con su Inner...
- Oh, vaya sh*t. Está nublado... - Se le podía entender, únicamente, ya que el resto de palabras las decía o en alemán o las mascullaba de mala manera, asemejándose a las primeras "palabras" de los bebés.
Se acercó a la barandilla, deteniéndose justo al lado del ya presente y, sin embargo, sin darse cuenta aún...
- No se puede ver una puesta de Sol si esta nublado, ¿sabes? - Parecía hablar con el chico, pero, sin embargo, seguía hablando consigo mismo, enfrascado en su mundo. Suspira...

La conversación, que había subido de tono, se vió interrumpida por otra voz.
Adolph, que dejó de gesticular de esa manera tan suya, miró al chico, como si acabase de llegar y no hubiese sido al revés.
Le mira con cierta extresión seria o, más bien, carente de expresión. Le miraba de arriba a abajo, como un policía evaluando a un criminal y, después de unos minutos de silencio, finalmente dice:
- H-Hallo... - Aparta, junto con esta palabra, la mirada, observando hacia donde se acababa el edificio y comenzaba el vacío. No le gustaba mucho hablar con gente que no conocía. Bueno, más que no gustarle, es que le costaba, y mucho...

Alza una ceja. ¿Estaba intentando hablar con él?. Se podría decir que era la primerísima persona en casi toda su vida que lo había intentado. Sin aún mirarle, y bastante después de haber sido formulada la pregunta, responde...
- No es que no me gusten... - Suspira, antes de continuar con su respuesta, la cual no formulaba con demasiada velocidad, que digamos - pero es que hoy había subido a la azotea con la idea de ver la puesta de Sol... - Dice sin terminar la frase, siendo obvio el final. Se apoya en la barandilla y mira al horizonte, por el cual, si no fuese por las nubes, se podría ver al Sol desaparecer lentamente, llevándose consigo un cielo en llamas y los últimos rayos de aquel día...

- Ya, pero es que yo lo quería ver hoy... - Dice casi inaudible, con un tono extremadamente infantil...
Después, ante la presentación del que se hacía llamar Ryuga, se gira, mirando hacia él, pero sin dirigirle la mirada. Con al vista gacha y una mano en la nuca, le dice:
- H-Hm.. yo me llamo... Adolph... Adolph Heller Sznajder - No muy convencido de que sea capaz de pronunciar ni tan siquiera los apellidos. Total, nadie lo conseguía, ni lo había conseguido aún...

- ¿Eh?... - Miró extrañado lo que sacaba Ryuga del bolsillo de la chaqueta, sin notar el acercamiento. Obviamente, poruqe lo más seguro era que hubiese retrocedido - ¿Qué es es-... Chocolatee~ - Dice mirando la tableta (porque me supongo que era una tableta... Aunque también podría darse el caso de que fuese una chocolatina), a punto de caérsele la baba. Y como para no, si el chocolate era su tercera comida favorita, después de las fresas y el salmón ahumado...
Al rato, después de haber mirado a base de bien el chocolate y ante el "quieres" del propietario, alza la vista, no mucho, hasta mirarle a los ojos, con una cara de entre asombro y agradecimiento - ¿E-En serio?...

Toma su parte y se sienta en el suelo, con las piernas cruzadas, apoyando la espalda contra la barandilla y comienza a devorar SU chocolate...
Ante la pregunta del donante (?), el chico le responde con una sonrisa:
- Sí, mucho~ Es mi tercera comida favorita después de las fresas y el salmón ahumado~ - Dice, ya más seguro de si mismo...

El chico le miró ciertamente preocupado.
- ¿No has almorzado? - Llevándose el último trozo de chocolate a la boca, buscó en sus bolsillos en busca de algo, no encontrando nada. Hizo amago de irse a quitar la mochila cuando cayó en cuenta de que no la había traido...
- Oh, vaya, se nos olvidó - Susurra para sí mismo, justo como había hecho en un principio, usando también el plurar a pesar de que solo hablaba "con su Inner". Alza la vista, mirando al chico que aún no había almorzado ciertamente nervioso...
- E-Etto... No tengo nada con lo que devolverte el favor (Ojo, que para él, que le den chocolate es un grandísimo favor)... - Dice llevándose una mano a la nuca - Ni tan siquiera me traje la mochila... Uu

Afirma, como un tonto, ante lo que dijo Ryuga, al que él consideraba su nuevo amigo...
- Hm... Ja ((Sí, en alemán, no es que se ría, ¿eh? XD)), sí, ya había comido... - se detiene a mitad de la frase, pensativo y, al rato, sigue diciendo - Pero no pasará nada porque vuelva a comer~... - Dice sonriendo - Sí, acepto~ - Dice emocionado, ante lo último que dijo su nuevo amigo...
- Podemos irnos ya~ - Dice levantando la vista hacia el cielo, el cual estaba más nublado incluso que antes, amenazando con tormenta - Dudo que podamos ver hoy la puesta de Sol - Dice, usando, esta vez sí, el plural para referirse a los allí presentes...

Adolph acepto la invitacion, resignado a que no podria ver la puesta de sol que tanto queria. Se puso de pie, y le ofrecio la mano para ayudarlo a levantarse.

-Si, bueno. Sera otro dia, no? -dijo intentando darle animos- Vamos por algo de comer, dime. Que se te antoja?

Comenzo a llover, repentinamente, y se escucho un fuerte trueno.

-ya llego lo prometido- susurro para si, observando el cielo y volviendo la mirada a Adolph.

Se levantó por sí solo, aún sabiendo de la ayuda que le ofrecía el otro. No le gustaba mucho depender de los demás.
Es entonces cuando comienza a llover. Adolph mira el cielo, ciertamente atontado, ignorando que se estaban mojando...
- Bueno, siempre podemos disfrutar de la lluvia - Dice como si toda la conversación anterior apenas hubiese existido - También me gusta la lluvia~ - Dice cerrando los ojos, disfrutando del sonido de las gotas chocando y la sensación de andar todo empapado.
- Ah, sí... Casi se me olvidaba... Tu comida - Dice volviendo a mirarle. Le coje de la mano, sin rastro de vergüenza alguna, y comienza a tirar suavemente del chico hacia la puerta que daba a las escaleras que bajaban al piso que llevaba a un pasillo que llevaba a unas escaleras que te llevaban hacia la comida.

Adolph se mantuvo quieto, observando la lluvia caer, como si olvidara que Ryuga estaba alli presente. Cuando volvio a la tierra, le tomo de la mano y tiro de el hacia las escaleras.

-Tambien me gusta la lluvia- Dijo, mientras se dejaba arrastrar por el otro escaleras abajo

((continuara en la cafeteria, supongo XD))

((Pues creo tema en la cafetería ^^... Se llamará "A por la comida" o "A por la comida de Ryuga"... No sé XD))