~Ganesh~ ::Tantric Bar:: (Libre)

-Había decidido casualmente pasar por allí esa noche, ya le habían hablado antes de aquel el lugar y su capturante atmósfera. Estando el tan interesado en experiencias nuevas, no estaba demás pasar un momento por aquel sitio al menos para tener un rato diferente y descansar de una extenuante jornada de trabajo, disfrutaba de su empleo pero a veces lograba cansarlo en verdad.

Poco a poco el intenso aroma del incienso lograba hacer que se relajara, era un aroma agradable que combinaba muy bien con el exótico ambiente y su tenue iluminación. La gente que servia en el lugar iba y venia vestidos con sus llamativos atuendos, llevaba un rato sentado en la barra disfrutando de un cóctel que le habían servido hace un rato atrás mientras disfrutaba de la exquisita danza de las bailarinas que se movían tan gracilmente al ritmo de la música. El sitio despedía una aura mágica que nunca antes había experimentado en otras oportunidades, llevaba poco tiempo de haber llegado y estaba completamente fascinado con el lugar, las culturas orientales siempre le habían atraído inmensamente.

Vio llegar a un nuevo individuo que le pareció familiar, para cerciorarse se dirigió hasta el sitio donde fue guiado para aclarar su sospecha, seria una completa sorpresa si acertaba. Y efectivamente ahí estaba sentado con ese indistinguible cabello negro picudo y agudos ojos verdes, tan sumergido en la atmósfera como el lo había estado hace minutos atrás. -

-¡Banra!¡Cuanto tiempo sin verte pequeño amigo!- saludo con una enorme sonrisa al reencontrarse con su amigo.-

Entre las vistosas cortinas de tela traslucida y el humo aromático que despedía aquel incienso perfumando la hipnotizante atmósfera del lugar. Se fue acercando con seguridad hacia el chico, no se había equivocado después de todo y aun más después de ver su reacción. Seguía siendo el mismo chico de siempre y ninguna cosa lo comprobaba más que el encontrar su presencia dentro de ese lugar tan peculiar, no le extrañaba en lo absoluto encontrarlo allí. Conociéndolo como lo conocía siempre había sido un seguidor del peligro igual que su hermano, sediento por experimentar situaciones nuevas y arriesgadas de cualquier forma que se le presentasen. Y tras el encanto y magia que poseía el lugar, la sensualidad y las libertinas diversiones que el hedonismo pudiera ser capaz de proporcionar, eran sin duda el mayor entretenimiento del lugar, sin duda una búsqueda típica para el jovencito de ojos verde oscuro que ahora yacía sorprendido ante su presencia en el mismo lugar.

Por lo visto no se esperaba para nada encontrarlo allí ese día, hacia ya bastante tiempo que no se encontraban. Le divertía sobremanera su expresión de desconcierto, después de todo el siempre había sido el segundo “pequeño” del grupo, no pudo evitar soltar una leve risa al escuchar llamarle maestro. Aquel sobrenombre le traía demasiados recuerdos en muy poco tiempo.

-¿Qué pasa? Parece que hubieras visto un fantasma – dijo sonriendo burlonamente acabando de un trago su bebida, seguidamente de hacer una seña a uno de los meseros cercanos que llevaban consigo una gran bandeja con copas del mismo contenido. Aun riendo por la expresión del chico al frente suyo.


-Bueno admito que no me extraña encontrarme contigo aquí, sigues teniendo los mismos gustos de tu hermano- dijo riendo mientras tomaba asiento a su lado, desviando la mirada a los alrededor del lugar en donde la gente atendía a cada uno de sus deseos si bien fuera para abastecer sus necesidades de alcohol en la barra o sentados alrededor de las exóticas bailarinas cubiertas con sus vistosos atuendos entre el humo y la música acompasando sus movimientos o satisfacer sus deseos carnales de la forma mas libidinosa y exquisita posible detrás de aquellas puertas en las que se podía apreciar el espectáculo a tras luz. Le empezaba a cautivar ese lugar y nada mejor que disfrutarlo con una compañía tan conocida como la suya.

-Y dime discípulo –acentuó la palabra con algo de maliciosa ironía - Supongo que ya he de saber que es lo que te ha traído hasta aquí.

Nada sorprendido por esta reacción, le respondió aquel abrazo fraternal sonriendo para sus adentros. Le aliviaba saber que seguía siendo el mismo chico cabezota y alegre de siempre y por lo visto seguía haciendo las mismas “fechorías” de todos los días vagabundeando por sitios de libidinosa diversión, a pesar de todo lo que había ocurrido en el pasado y de su ausencia durante tanto tiempo, de la que aun era consciente. Las cosas buenas no habían cambiado después de todo pensó mientras rodeaba la espalda del menor con sus brazos, revolviéndole animosamente el cabello al separarse de este a pesar de que le llevara una considerable diferencia de altura, aun seguía viéndolo como aquel chico que obstinadamente se había empeñado en ser su discípulo y aprender todo en el dominio de armas en general. A pesar de que siempre pelearan por bobadas o más bien errores de ambos en casuales momentos de torpeza (soldaduras rotas, cartuchos mal puestos, seguros sin quitar, motos y autos catastróficamente echados a perder o hasta la cena grupal de cada viernes), siempre le había tenido un cariño especial por encima de todo.

-Y tu sigues siendo el mismo cabeza hueca por mucho tamaño que tengas Banra, espero que hayas en puesto algo en practica de todo lo que te enseñe antes de irme y ya no confundas el cañón de una pistola con el cargador de un revolver- Dijo burlonamente al colocar poder sentir de nuevo el suelo bajo sus pies al ser colocado de nuevo en el.

Se dejo caer pesadamente en el sitio al lado del que antes ocupaba el menor, sacando uno de sus típicos cigarros para encenderlo de un rápido movimiento.- Pues yo vine por que unos clientes a los que les había hecho buenos favores me habían recomendado el lugar- comento acomodándose en el asiento desatando un poco el corbatín de su traje y remangando las mangas de la camisa para estar mas cómodo.

-Apenas salí del trabajo quise acercarme un rato a ver que tal era el lugar, y por lo que veo los tipos que me lo recomendaron tienen un gusto bastante particular…pero exótico a la final.- señalo con una expresión de satisfacción levantando la copa hacia el antes de terminarse el trago de un solo golpe.

-Bien supongo que si viniste a lo mismo que yo, no solo fue para mirar el bonito decorado del sitio…- dijo con un brillo malicioso en los ojos, acentuado por la tenue iluminación del lugar haciendo juego con una de sus típicas sonrisas que sacaban de quicio a cualquiera.- Has encontrado algo interesante..Banra?-

[color=indigo]Aquel, por mas tiempo que haya pasado lucia como siempre. Aquellos dulces recuerdos del pasado volvian a el y a aquel sacrificado taller que habian llevado adelante entre los cuatro. Realmente aquel no sabia lo feliz que estaba de verle, vivo, sin ningun rencor, sonriente.... y pequeñito como si no hubiera pasado el tiempo!

Pues sepa que no ha tenido reemplazo para mi, asi que sigo siendo el mismo torpe de siempre. Desde que nos separamos no considere otro maestro para mi, considerando sus habilidades y virtudes. Asi que he de admitir que estoy algo oxidado en el mantenimiento de armas, como la vieja escuela manda. No por vagancia, sino porque no hay reemplazo para ti Soleigh...-hizo una pausa de silencio mientras veia como el otro se acomodaba y sacaba un cigarro-

-Hizo una señal a un mesero, que le sirvió una bebida anaranjada, con frutas, llevandose el dulce licor a los labios mientras escuchaba hablar al otro;

-Bien supongo que si viniste a lo mismo que yo, no solo fue para mirar el bonito decorado del sitio…- Has encontrado algo interesante..Banra?-

Interrumpió bruscamente lo que se estaba tomando ante el otro pensando en que decir. Habia sido tan directo, que le resultaba algo intimidante. Aun no lo relacionaba a el sitio, pero entre todo aquel hedonismo y libertinaje, no era de extrañarle. Su hermano mayor y sol siempre habian crecido de esa manera, tan desinhibidos… pensaba que el tiempo les habia ocasionado algun cambio, pero al contrario estaban peores que nunca. El sadismo, la perversión y los fetiches siempre habian sido parte de el, incluyendo la promiscuidad, pero la forma en la que este le miraba era malevola. Casi sugiriente. Era deleitante observarle asi, y lo unico que pudo resolver fue llevarse el trajo a la boca-

He venido por los mismos motivos; pero aun no hay nadie que me interese…-devolviendole la misma sonrisa sadica al otro-

Aunque me gustaria escuchar tus propuestas Sol…-murmuró acercandose a el-

-Ja, sin duda nunca podrías encontrar un reemplazo para mi aunque lo buscaras en el fin del mundo- rió egocéntrico mientras le daba otra calada al cigarro dejando escapar el humo entre sus labios- Algún día de estos podríamos retomar las enseñanzas y la practica como en los viejos tiempo.

Sonrió ante la pregunta de este y como le devolvía el interés de una manera tan abierta. Para ser sincero consigo mismo no se esperaba esa respuesta, en comparación a como eran ambos en el pasado siendo los “pequeños” del grupo, Banra por motivos de edad y el por razones de tamaño, que a su pesar esto ultimo no había cambiado. Siempre había pensado que el interés de Banra era netamente profesional acerca de aprender mejor el manejo y diseño de armas, que por alguna otra cosa aunque sin duda el mismo no era el igual a como se veía antes, rezagado , algo tímido a los demás y sin duda torpe e inseguro. Numerosas circunstancias lo habían hecho adaptarse más al entorno en el ellos vivian, ahora se había convertido en un individuo de la misma calaña como dirían algunos, de Banra o de su hermano Jinguah, solo que bajo la fachada de un educado joven de clase media con un trabajo de medio tiempo.

-Pues realmente esperaba ver que tal conforme avanzara la noche- comento terminando de desatar su corbata y dejarla guindando a los lados de su cuello- Aunque ya que te he encontrado casualmente aquí…quien sabe si los planes podrían cambiar- murmuro bajando la voz en un tono grave y profundo, acercándose mas al menor sin borrar su maliciosa sonrisa.

-Mis ojos me engañan o detecto algo de interés en esos ojos tuyos, Banra..- dijo burlonamente, divertido ante la posible reacción de este ante tal insinuación, mientras le robaba el trago de las manos.