Una llegada.

Era una mañana gris y brillante, sólida y seca... Y yo en lo que sería mi nueva escuela.

Y eso que la Rokkentei High School me asustaba un poco, desde el día de inscripción y presentación de prueba de admisión. Tenía un aspecto sobrio y gris, también en ella habían solamente muchachos... Sólo una que otra profesora o encargada en la escuela eran las figuras femeninas que se paseaban de allá para acá. Y en la escuela también había dormitorios, opcionales por supuesto, yo vivía cerca de ahí pero fueron tantos los problemas con mis padres que decidí meterme de lleno al campus -a pesar de que eso implicara soñar entre metido en un mundo lleno de bajas pasiones, gemidos y fluidos corporales. ¿Pero quién dijo que no me gustaría?

Y yo llegaba a mi habitación, después de caminar un montón y preguntar a casi todos los del servicio donde quedaban los dormitorios de primer año (la extensión era inmensa) y caminé hasta la puerta de mi habitación, la número 161, la abrí y tiré todas las maletas al suelo. Uf, era temprano, e hizo un ruido espantoso... Seguro que despertó a más de un estudiante.

Me atoré en un respingo.

Alguien tocó mi puerta, y yo no conocía a nadie, la habitación estaba limpia, así que no podían ser los del servicio.

Me apresuré torpemente a abrir la puerta, tropezándome con una caja que había saco de una de las maletas y después de recuperarme la abrí.

Era un muchacho... Algo delgado y pálido. De ojos y cabellos castaños, estaba sólo en un pantalón desabrochado, sin zapatos ni camisa... ¿No tendría frío? ¿Y qué hacía aquí?

-¡Hola! -Le estiré la mano para saludarlo con una sonrisa natural.

-Oh... No, está bien. -Me reí.

-Tiré las maletas al suelo sin pensar en la hora, em... Son un montón de cosas -Me lleve la mano a la parte de atrás de la cabeza mientras lo veía dar respingos por el frío.

-¿Quieres pasar? -Le ofrecí.

-Mucho gusto Darku -Dije sonriendo y mirándolo a sus ojos.

Luego de esto me sonrojé, no me había dado cuenta del desorden que había hecho y como Darku lo miraba fijamente.

-Yo me llamo Nowaki, y... Disculpa el desorden -Eché una nerviosa carcajada.

-Nunca aprendí a llegar bien, siempre hago desastres así -Decía esto mientras de una de las maletas sacaba unas galletas y empezaba a mordisquear una, mientras miraba a Darku, ahora que había adquirido un color de piel normal gracias a la calefacción se veía mejor.

-¡Uf! No sabes de cuanta ayuda serías. -Suspiré.

Me senté en una caja contigua a la de él mientras acomodábamos el contenido de las maletas.

-¿Y qué esperas del instituto Darku? -Empecé una conversación a fin de empezar a conocerlo.

-Soy un ratón de biblioteca, já, já, já -Le dije riendo levemente.

-Yo veo leer como algo esencial, en vez de ir a ver una película o jugar algún videojuego prefiero quedarme leyendo y en vez de estarme despierto hasta las 5 de la mañana en el internet o viendo la televisión prefiero hacerlo leyendo. -Decía esto mientras levantaba una caja de recuerdos y algunas 3 fotos de ésta se caían mientras Darku las miraba llegar al piso.

-¡Claro! No he comido nada -Lo miré de reojo.

-Pero no irás así, ¿verdad?