Presentación (Clase 3-1)

- Hiyaaa~ - en un suspiro de queja, y llevándose la mano a la cabeza mientras se revolvía más sus rubios cabellos, el chico caminaba con un paso algo lento por los pasillos mientras se dirigía a su aula de clases - I can't believe it! No puedo encontrar mi clase... si le hubiese preguntado a--- -

Algo llamó su atención, era un chico de cabellos negros que miraba desde la ventana de la puerta de un aula. Esto sólo podía significar algo:
a) Era un espía internacional del FBI o CIA buscando a un asesino en serie que se había ocultado en el plantel.
b) Él era el asesino en serie y estaba buscando su próxima víctima.
c) Se trataba de un chico pervertido orgasmeándose con los alumnos de aquella aula, tal vez estudiantes de 1º.... ¡valla pedófilo!
Sea lo que sea, ese era un trabajo para el héroe.

- HEY YOU! THE STALKER ONE!! - corrió a toda furia después de anunciar su grito de guerra hacia el pelinegro el cual ya se había dignado a entrar.

Lastimosamente, no pudo parar cómo deseó haberlo hecho, aunque terminar arrojándose al extraño chico y tirarlo al suelo con su peso encima había resultado bastante genial cómo en las películas de acción ¿no? No había resultado nada mal, nada mal... después de todo era innato en él hacer ese tipo de cosas, casi inconciente ¿...se trataba de un idiota?

Cuando levantó la mirada confundido se topó con la clase. Eran pocos alumnos y todos se veían más o menos de su edad. Obviamente no era el aula de 1º... sino de 3º. LUCKY~!

- Hahahahaha - rió escandalosamente preocupándose por nada del que estaba bajo suyo y parándose. Casi podía jurar que había pisado algo raro, tal vez una mano - Hi everyone! -

¿Qué más espectacular que una entrada tan.... inusual para su primer día de clases? Se había asegurado incluso de llegar tarde porqué siempre es la llegada del héroe la más esperada, y obvio que todos lo esperaban a él, o eso se juraba internamente.


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(Off: ohh O:U yo también me disculpo si molesto xDU hahaha..... sorry)

(cofcoftrioarruina-momentos8D(?)cofcofcof)(cofcofcofnosellamaizayacofcofsellamaore-samacofcof)

Sus zapatos hacían eco en el vacío pasillo. ¿¡Cómo se podía haber perdido!? ¡Es que no había ni un solo punto de referencia! Clase de 2º... de repente una clase de 1º... Mon die!

Entonces fue cuando escuchó un ruido al final del pasillo. Pudo divisar una silueta... ¿tirándose encima de otro? ¿Qué? Lo más que se le ocurrió fue acercarse allí a punto para ver como el que había sido tirado se levantaba del suelo. Se acercó al aula, ondeando el cabello y entrando, pisando antes al rubio que estaba en el suelo por toda la espalda y una mano.

-Bonjour~ -Saludó a la clase, con una sonrisa típica en él, bajando del americano con una rosa roja, posiblemente salida de la nada-. Perdon pour le retard, este sitio es très grande...

Mientras lucía su gran esplendidez de super héroe (incluyendo hasta la iluminación de la luz que reflejaba el sol desde la ventana), pronto sintió como la tierra se movía WOOOW o mejor dicho, sobre uno de sus pies y ¡oh valla! La persona por la que había entrado y empezado ese embrollo apareció del suelo ¡como un zombie! ¿o tal vez una gheiosa flor? no espera... ¿de dónde apareció? Ah cierto.... se había tirado sobre él.

Abrió sus ojos y parpadeó 3 veces al escucharle intentando procesar lo que dijo - ¿Educarlos? HAHAHAHA! No, man! - le dio un fuerte manotazo en la espalda como si de grandes colegas de infancia se tratasen ¿no que recien lo acababa de conocer e incluso agredir al confundirlo por un tipo pedófilo psicópata en serie? - ¡America es la cuna de hero's! ¡País de la libertad y dónde todo es posible! Y cabe resaltar que estás frente a su más reluciente y próxima gran estrella - apuñó su mano levantando un pulgar en su dirección mientras sonreía de manera arrogante - Alf-- ¡ack! -

Justo cuando en el mejor momento para presentarse.... ¡¿Quién se había atrevido?!

Miró a su tras y pudo ver una nueva melena rubia perteneciente a un sujeto de ojos azules y unas 4 o tal vez 5 alfileres que sobresalían de su barbilla las cuales difícilmente se le podría llamar barba ¡Rayos! No llevaba ni medio segundo en verle y ya había declarado que no le caería por toda su vida escolar... ¡no! De toda su vida en esta y la otra y la otra de la otra y la otra de la otra de la otra.

- ¡No me caes! - dijo en voz alta con el ceño fruncido y la derecha apuntando firmemente en dónde estaba el francés - Tienes pinta de anti-héroe así que no me caes! -

¿...Y él hablaba de anti-héroes?

Nada se había preocupado por si hubiesen más personas viendo aquella dramática escena la cual pronto, si alguien no intervenía, acabaría mal..... muy mal. Ni siquiera se había tomado la molestia de respetar la prescencia del profesor ¿había uno? ok, no estaba en sus cabales ¿Cuando los héroes tienen una linda primera escena llena de mariposas y florcillas alegres con sus anti-héroes? Solo le faltaba encontrar a su "Louisa" y se sentiría perfecto.

(*se roba a Izaya por tan acertada conclusión*)

-Ah? Anti-héroe?

Giró la cabeza para observar al rubio, con muchísimo menos glamour que él, que estaba detrás suyo, gritándole y apuntándole a la cara. Extrañado por ese comportamiento, ondeó un poco la rosa, aumentando su sonrisa.

-No sabía que en Japon -Dijo el país con acento francés- se saludase de una manera tan... particulier -Se llevó un dedo a la barbilla, como si estuviera pensando profundamente sobre eso, aunque simplemente dejó la rosa enrollada cerca del cabello que sobresalía del americano-. Je suis Francis Bonnefoy, no anti-héroe -Casi dio un suspirito, deshaciéndose un poco el nudo de la molesta corbata de aquel uniforme con tan poco glamour. Luego le dedicó una mirada, seguida de un guiño, al chico que acababa de hablar-. Enchanté~

La verdad es que ni siquiera se había percatado de la existencia de otras dos personas en la sala.

Un escalofrío recorrió por completo a Izaya, sintiendo una gran repulsión por el francés al ver como este le guiñaba el ojo. Tenía ganas de partirle la cara, algo muy raro en él, simplemente aceptaba las situaciones con una sonrisa y demás, pero nunca se había encontrado con alguien así. Él prefería a los tsunderes muy agresivos, que le tirasen máquinas de refresco por la cabeza cuando esté despistado y que gritasen su nombre con furia mientras le intentaba matar.

Algunos le podrían llamar masoquismo, pero sencillamente era divertido enfurecer a alguien así esquivando sus golpes con las manos en los bolsillos y corriendo con la sonrisa.

Quitó aquellos recuerdos de su mente y se fijó nuevamente en el francés. La sonrisa de Izaya ya no era tan grande. Sinceramente, empezaban a no caerle bien los franceses.

-Heee... Mi nombre es Orihara Izaya, no me he presentado -dijo, simplemente.

(( *Huye de Francis por que le da mucho miedo* ))

Abrió la puerta del aula con violencia y la cerró del mismo modo tras haber pasado el marco de ésta. Llevaba las manos en los bolsillos, las ojeras marcadas y cara de pocos amigos. La verdad es que no le hacía demasiada gracia ser el tutor del tercer curso, pero al menos eran los suficientemente adultos como para no tocarle los hue*** con chorradas infantiles.

Se acercó a la mesa del profesor y la golpeó con fuerza inclinándose hacia ella, mirándo a todos los alumnos presentes con sus ojos carmín. Su mirada era fiera, las ojeras ayudaban bastante a remarcarla, y su expresión era desafiante, completamente a corde con su posición de caza.

- Mi nombre es Matsuyama Kenda y soy vuestro tutor para este curso - se elevó de nuevo - Intentad no tocarme los hue*** y nos llevaremos bien.

No le apetecía vestirse con una bata blanca, un traje o similares. Había venido al instituto con su atuendo habitual: unos vaqueros oscuros bastante ajustados, una camiseta negra mucho más ajustada y su habitual chupa de cuero negro. De su cuello colgaban dos cruces y además se había puesto su collar de pinchos. El collar tenía una hermosa pulsera a conjunto, con unos pinchos aún más afilados, que se encontraba sujeta a la muñeca derecha del profesor. En la izquierda, lucía un lotus negro con números romanos en lugar de números arábigos.

- A parte de vuestro tutor soy profesor de antropología ¿Alguien aquí sabe de que va esa asignatura?

Era la primera vez que impartía clase como profesor de la materia que había estudiado en la universidad, pero aquella pregunta le había desconcertado el primer día que se la había propuesto a él. Parecía de respuesta sencilla, pero no lo era exactamente. De todos modos, no les iba a impartir clase por lo que si algún alumno decía: "La ciencia que estudia el comportamiento del hombre" se lo daría por bueno y todos tan amigos.

Mientras aguardaba una respuesta por parte de alguno de los chicos que se encontraban en sus pupitres, se sentó en la silla del profesor. Pasó sus manos tras su cabeza y reposó los pies sobre la mesa que tenía ante él, colocando su cuerpo en diagonal. No tenía pensado ser un profesor correcto, sólo tenía que impartir clase y controlar a todos aquellos niñatos hormonados, no tenía porque enseñarles educación ni buenos modales.

*Algo me dice que me levanté extremadamente tarde...* Pensaba el peliazul mientras trataba de localizar el salón que le habían asignado.
*Me lleva, ahora para variar estoy extraviado, ahora ¿qué hago?*

Recorría todo el lugar, algo inseguro y temeroso al saber que no llegaría a tiempo a su clase, es más, estaba seguro de que llegaba a la mitad de la misma. A pesar de que se sabía que él era un estudiante no precisamente ejemplar, por lo menos quería estar tranquilo y no tener problemas con el profesor en su primer día. Vio su reloj y fastidiado se dio cuenta que ya era demasiado tarde, por lo que siguió su camino más tranquilo.
*Bueno, ya fue, ahora mejor le doy una vuelta mas despacio a este lugar para no perderme a la próxima*. Caminó sin sentido por un largo rato cuando finalmente leyó un pequeño rótulo cerca de un aula

*3 - 1, si, aquí debe ser* Pensó mientras abría la puerta.

Al ingresar al aula, se dio cuenta de que la clase ya tenía rato de haber comenzado, no le quedaba más de otra que disculparse por su retraso. Temeroso de la reacción que el profesor pudiera tener, se notaba que el profesor parecía muy estricto, tenía apariencia de no ser muy amistoso, pero ya no importaba, estaba resignado a que posiblemente pasaría castigado su primer día. Sin darle demasiada importancia dio un corto saludo:

-Buenos días... buenas tardes mas bien, por favor profesor perdone mi retraso, soy nuevo en este lugar y creó que me perdí en el camino jejeje...
*Estúpido despertador, hoy que regrese a casa lo tiro a la basura*

"Oh, my God..."

¿Llegando tarde? ¿Él? ¿Cómo era eso posible? No, no, no, "no way!" ¡No estaba llegando tarde! ¡Los caballeros como él no podían llegar tarde a algo tan importante!

Bueno, aunque después de un largo viaje de vuelta de vacaciones, de Inglaterra a Japón, del cual había regresado el día anterior... ¿quedarse dormido era buena excusa? ¡No, no, no! "Definitely, no!"

Pero es que, tras apagar el despertador estaba taan cansado, que no pudo evitar volver a taparse hasta arriba con las sábanas. Llegó a levantarse quince minutos después, al darse cuenta de lo que había echo. Tras vestirse a toda velocidad y poder desayunar tan solo una tostada, salió corriendo de su casa para correr, coger el transporte público, correr y... perderse dentro del instituto. Clases de primero, clases de segundo, clases de tercero que no eran la que le correspondía estaban mezcladas de una forma horrible ¡eso no hubiera pasado en Londres! Además, ese desorden solo conseguía ponerle más de los nervios, teniendo en cuenta el retraso que ya debía de llevar.

¡Al fin! Casi podía sentir como unas luces angelicales iluminaban una puerta que estaba cerrándose, en la cual estaba el letrero de "Clase 3-1". Consiguió agarrar la puerta antes de que el anterior estudiante terminase de cerrarla, pudiendo así abrirla y entrar en el interior del aula.

-Ah... G-Good Morning... -Dijo al cerrar la puerta, respirando e intentando recuperar el aire perdido. En ese momento fue cuando se dio cuenta de que habían varias personas en la habitación. El alumno peliazul que había entrado antes que él, alguien que no iba con el uniforme de la escuela, así que supuso sería el profesor, un alumno pelinegro y otros dos rubios, uno de los cuales usaba lentes. El otro alumno, el de la barbilla, hizo que un sexto sentido se activase en él. Miró a los dos rubios un segundo y, acto segido, decidió añadir su primera nota mental "no acercarse a ninguno de estos dos", tras lo cual se fue a sentar en un lugar próximo al profesor, sin decir una palabra más.

Vio los molestos gestos del chico mientras ondeaba la rosa de un lado a otro con tan suma habilidad que no lograba pincharse los dedos. Seguramente era el villano de la rosa... sí... esos que encarcelan a las doncellas en torres llenas de rosales con muchas espinas, espera, eso no sonaba heróico, sonaba a algún cuento de niñas bastante ghei. Que importaba, el punto principal era que ese sujeto era tan delicado y gheioso como los de esos cuentos para hacerle pensar en esas zonzeras.

Pronto vio como el pelinegro también se presentaba al igual que el profesor... Francis, Izaya y Kenda (sí, por el nombre).... ¡¿Wait?! ¡¿Dónde había quedado el hero?! - HAHAHAHA! MI NOMBRE ES ALFRED F JONES!! - ya había hasta gritado mientras que con la derecha empujaba al chico de su costado, Izaya, intentando llamar al máximo la atención.

No le había agradado en nada que los otros se pusieran a presentarse mientras lo dejaban a él de lado... por supuesto, era el protagonista, imposible el ser ignorado.

Regresó su vista hacia el profesor por la pregunta que había planteado ¿Antropología? ¡Claro que sabía! Lo sabía, era.... era....... era................ ¡sí lo sabía! era................ un ratito......... errr....... bueno, lo "sabía", posiblemente ¡pero estaba seguro que sí solo que ahora no le venía a la cabeza!

Esquivó la mirada del profesor mientras recordaba que rayos era "Antropología"... ¿por qué le sonaba tanto? Arqueología... seguramente tenía que ver con eso ¿y no era capaz de recordarlo siendo una de las pocas materias que más le gustaban? ¡Pfffft! Fijó entonces su atención a las nuevas caritas que habían entrado sin que se haya dado cuenta al estar más interesado discutiendo.

Uno tenía el cabello azul y largo, muy muy largo que apesar de estar todo desordenado se notaba bastante cuidado. Posiblemente pudo haber pensado en el típico "niñita de la clase", sin embargo, su robusto cuerpo lo desmentía ¿tan fuerte sería? Le daba cierta curiosidad probar, peeroooo ¡un héroe nunca empieza con una pelea!

El segundo chico apenas logró notarlo. Era más bajito y por mucho más delgado que el que acababa de entrar... bueno, él sí tenía más la pinta de ser "el típico niñita". También era rubio y.... ¡OMFG! ¡¿Esas cosas eran cejas?! ¡ENOOORMEEEEES! Imposible que la sean. Tan deslumbrado se había quedado de ese par de ilógicas "cosas" en su rostro que sin darse cuenta terminó perdiendose en sus ojos verdes. Eran muy bonitos a pesar de tener esas pesadas y gigantescas manchas.

- AHHHHH! - soltó finalmente mirando al techo - ....tengo hambre. ¿Habrá break? -

El francés estaba a punto de hacer otro de sus "comentarios fuera de lugar" a Izaya, aunque calló cuando escuchó las "purísimas" palabras del que, decía, sería su tutor.

Hmm, ¿antropología? Eso le dio qué pensar, honestamente de poco le sonaba, o a lo mejor era una de esas palabras japonesas que aún no comprendía del todo, ¿tendría algo que ver con la cocina? ¿las huelgas? Bueno, ya lo investigaría más tarde, porque el momento de volver a lucirse e ignorar al profesor llegó una vez más.

El primero en pasar la puerta fue un chico de cabello azul, largo, aunque obviamente no tan cuidado como el del francés. Parecía fuerte. Enseguida se disculpó por llegar tarde y se sentó, lo que le recordó al rubio que aún estaba en pie. Soltó un suspirito, poniendo las manos a ambos lados de su cintura.

Cuando volvió a mirar a la puerta, el segundo alumno entraba al aula. Inevitablemente, como si fuera un imán, se quedó mirando a... eso... ¿era alguna especie de algas? ¿Y ese pelo tan desordenado y con tanta falta de estilo? ¿De verdad existía un Dios que dejaba que gente como esa pudiera ir por la calle? ¡Ja! ¡Alguien debería darle un espejo! Es más, pudo notar como el chico le miraba durante un momento, por lo que cerró los ojos, y fue a decir algo cuando vio que el nuevo se sentaba.

Acabó girando el rostro hacia el americano de las lentes, el que se había presentado como Alfred, y le miró un momento, antes de volver a cerrar los ojos y seguir jugando con su flor.

-Ah~ Je m'ennuie~ -Suspiró, para luego abrir los ojos de nuevo-. ¿No es ya la hora del cambio de clase, professeur? Deberían hacer una huelga el primer día para dejarnos descansar~