Ayudando a recién llegado.

Observó como Wang le ofrecía uno de aquellos extraños dulces que había hecho el mismo. Normalmente no hubiera/hubiese aceptado, pero un dulce era un dulce y se merecía una recompensa por tanto contacto humano.

- Esta bien, gracias - tendió la mano, esperando su premio por el buen comportamiento que había tenido.

- No te arrepentiras aru, son originales de mi pais aru.- dijo suavemente con una sonrisa, sacando los dulces de color blanco redondos se veian extrañamente apetitosos. Él tomo uno para su compañero y para él, comió primero que él para que estuviese en confianza de que no fuese veneno.

Se dispuso a caminar lentamente por el jardín dejando la caja de dulces en el suelo por si Kytsume quisiera otro. " que lugar tan puro aruu"

- Yo lo veo simplemente bonito - dio un pequeño mordisquito al dulce. - Prefiero la lluvia al sol.

¡Delicioso! Pensó para si. La textura era perfecta y el sabor atinaba en todas sus preferencias. Los caramelos americanos o japoneses no eran tan perfectos y algunos los repudiaba por instinto... Pero aquel, aquel era exótico y encantador.

- ¿Cómo se llaman estos dulces? - preguntó, una vez lo había degustado.

Se volteó para mirar al chico que ya habia degustado el dulce, sonrió y asintió haciendo un movimiento con su mano indicando que si queria podia tomar otro.

- Se llama Mantou, es muy tipico de mi pais aru, a todos alla nos encanta yoroshi.- dijo sonriente sentandose en el pasto frente a la caja blanca que llevaba, ocultó sus manos uniendolas de manera que sus mangas las taparan con gracia.

- Me vi obligado a aprender muchas cosas para cuidar a los mas pequeños y mis superiores me dieron los mejores consejos aru, que nostalgia aruu~.- dijo cerrando los ojos con un suspiro tranquilo

- Yo soy inútil en la cocina - suspiró - por eso me aprovecho de las habilidades de otros - tomó otro dulce.

Comenzó a degustarlo, con una sonrisa totalmente natural dibujada en el rostro. No es que pretendiese ser cruel con sus comentarios era que él era así realmente.

Miró con curiosidad al joven y rió levemente ante su comentario

- Jajaja, bueno a mi no me importa si te aprovechas de mis habilidades en la cocina aru.- dijo sinceramente en tono tranquilo. Esbozo una sonrisa un tanto seria unos segundos mientras miraba el piso, pensando en las palabras que habia soltado hacia unos segundos, recupero la compostura y siguio en su tranquila aura de simpatía.

- Y dime conoces ya a muchas personas aqui aru?.- dijo curioso

- Nah, a un grupo reducido - sonrió con simpatía, extraña en él- se me da muy mal hacer amigos.

Se sentó en el suelo, cruzando las piernas ante sí y dejó caer los brazos entre ellas, con el libro sujeto en la mano derecha.

- Son todos muy raros, te lo advierto.

- Raros en que sentido lo dices aru?.- dijo arqueando una ceja mientras ladeaba un poco la cabeza, cerró los ojos unos segundos esperando.

- Todos somos diferentes y venimos de diferentes lugares aru, no creo sea una rareza de cultura o crianza, o a que te refieres aru??...- dijo abriendo los ojos finalmente como si de un largo pestañeo se tratace, continuo esbozando su pequeña sonrisa mientras los dulces hacian que el ambiente fuese mas placentero, el olor era una de sus pequeñas caracteristicas.

- ¿Ves en mi algún rasgo cultural educativo? - cuestionó, elevando una ceja - pues hay tipos incluso más raros que yo en este centro.

Se tomó el mentón, pensando en todos los que había conocido por el momento. Aquellos con los que había hablado o aquellos a los que había observado en la distancia.

- Hay un tipo que proviene de una raza élfica, otro que se cree un superhéroe, otro que es un pequeño cascarrabias que aparenta muchísima más edad de la que tiene... y especímenes similares a esos por todo este sitio - sonrió- por lo menos por lo que yo he visto, oído y alcanzado a probar.

Miró hacia el cielo azul mientras escuchaba a Kytsume, cerró los ojos por un momento sonriendo y bajo la mirada hacia el peliblanco.

- Interesante aru, espero conocerlos a todos yoroshi.- dijo con una pequeña sonrisa tomando uno de los dulces y llevandoselo a la boca.
- Kytsume-kun, a que de dedicas aru? a que grado vas aru?.- dijo curioso para empezar a conocerle mejor, bajo un poco la mirada viendo sus zapatillas.
- No tienes que contestar si no quieres, no quiero llegar a ser fastidioso aru yo .- dijo con una pequeña sonrisa

No es que su vida privada fuese algo de lo que acostumbrase a hablar, pero el chico parecía majo y algo perdido y bueno... siempre hay un día para comenzar las cosas...

- Pues voy en primer grado y soy un chico interesado en todas las asignaturas relacionadas con el estudio de las letras y los idiomas - le sonrió- no me molesta que me preguntes sobre mi, pero tendrás que hablarme de ti a cambio.

Lo escuchó con atención interesado en sus palabras, el chico era interesante.
- Impresionante aru, si quieres aprender chino puedes buscarme aru .- dijo riendo un poco avergonzado por su propuesta, al escucharle el asntió, era verdad lo que habia dicho sobre el intercambio de informacion.

- Soy de Tercer año, y me gustan todos los deportes, la cocina y las manualidades aru. Talves soy algo egoista o tengo favoritismo por mi pais yoroshi, porque adoro todas las tradiciones que tengo aru. Esto, y siempre eh querido conocer personas de varias partes del mundo aru.- dijo deteniendose, pensó que habia hablado demás.

- Dijiste eras de primer año? Eres pequeño aru.- dijo con una sonrisa más amplia, tenia ese leve sentimiento de nostalgia al charlar con alguien menor que él, recordando así a sus "hermanos"

Puso una cara semejante a un puchero, inflando levemente los mofletes y mirando a Wang de soslayo, como diciendo "¿A quién llamas pequeño?"
Pero realmente no dijo nada, puesto que aquel chico parecía increíblemente amigable y para una vez que no estaba metido en líos con un cualquiera, estaría bien para él mantener aquella apacible amistad, aunque no tuviese costumbre de hacerlo en el pasado.

- Bueno, eso de aprender chino suena bien - miró el horizonte - pero eres un chico con una cantidad increíble de destrezas - sonrió con un poquito de melancolía - me siento algo inútil a tu lado...

La verdad es que siempre había sido el hijo mimado de una estrella de la televisión ¿Quién sabía esto? Nadie, absolutamente nadie. Su madre se había empeñado en mantenerlo en secreto por todos estos años, debido a la extraña personalidad de su hijo que, además, había nacido fuera de un matrimonio por lo que se podría considerar un bastardo.

Sonrió divertido al ver el gesto de Kytsume por sus palabras, era lo que esperaba, hacia tiempo que no veia una reacción igual.

- No quiero hacerte sentir incomodo aru.- dijo mirando hacia abajo .- Tuve que aprender de todo a la fuerza aru, pero tambien habia una pequeña parte que queria aprender yoroshi.- dijo con su sinceridad de siempre, vio los dulces un momento y sonrió, los dejaria un rato mas a la vista por si su acompañante decidiera tomar otro.

- Tal vez fue...- dijo muy despacio y para el en susurro, pero luego nego con la cabeza contestandose y miró hacia otro lado con el ceño un poco fruncido.

- Tu puedes tener destrezas que yo no tengo Kytsume-kun, asi que no te sientas mal aru.- dijo con una pequeña sonrisa.

- Solo se me dan bien tres cosas: comer, dormir y leer - tomó otro dulce - Te pillo otro ¿Vale? - antes de meterselo en la boca añadió- bueno y por supuesto las necesidades básicas que conllevan el uso del inodoro... pero esas no cuentan - sonrió.

Y, por fin, metió el dulce en su boca y comenzó a degustarlo, con sumo placer y tranquilidad, sin ni siquiera haberle dado unos minutos a su benefactor para afirmar que podía tomarlo.

Rió para sus adentros al escucharle, era un chico muy peculiar debido a sus comentarios, le agradaba eso.

- Claro toma cuantos quieras aru.- dijo sonriendo abiertamente.- Me podrias contar más sobre ti aru?. O es mi imaginacion o eres de pocas palabras aru?.- dijo curioso ladeando la cabeza, O talves el era el que hablaba mucho?, como siempre no lo sabia le daba igual de hecho, siempre y cuando no se pasara a la hora de hablar.

Seguidamente apoyó su menton en la palma de su mano para reposar de su posición anterior.

- Sí, soy de pocas palabras - suspiró- nunca se me han dado bien las relaciones sociales como ya te he dicho y prefiero ser sincero y conciso que irme por las ramas y montar un drama al puro estilo shakespeariano.

Masticaba alegremente los dulces mientras miraba al joven extranjero, que parecía interesado en él.

- Contarte algo más sobre mi, ¿eh? - asintió, dándose permiso a si mismo - soy un aficionado a los dulces desde la infancia, me gusta la lectura porque un buen libro puede ser mejor amigo que cualquier persona del mundo, al menos de mi mundo conocido - sonrió - prefiero la lluvia que el sol, porque el sol es demasiado... ¿Llamativo? la lluvia es tranquila y purificadora y eso me agrada muchísimo.

Se pasó la lengua por los labios, intentando aprovechar todo lo que hubiese podido quedar.

- Confieso que creo que sufro un trastorno de doble personalidad, aunque aun no me han mandado a un loquero o similares porque no soy agresivo - encogió sus hombros, en un gesto despreocupado- o al menos no lo he sido lo suficiente... me expulsaron de mi antiguo instituto por pegarle una paliza a un compañero, pero él también era problemático por lo que no mancharon demasiado mi expediente.

Se balanceaba lentamente hacia delante y hacia detrás, pensando que más podía contarle a aquel chico que no pusiese en peligro su estabilidad emocional.

- No soy una buena compañía, te lo advierto y puedo decirte ya mismo que algún día lo más probable es que te ignore por completo y me dedique a pasar de ti - le miró directamente a los ojos y le dedicó una sonrisa amigable- aunque también cabe la posibilidad de que eso no pase.

Se le quedó mirando atentamente con seriedad mientras mantenia su postura, todo lo que le decia sin rodeos, puede que esa seria la unica vez que lo veria hablar tanto, arqueo una ceja al escuchar de su bipolaridad, era extraño y a la vez interesante, todos tenian sus caracteristicas.

- Me agrada seas sincero y directo al grano, odio los rodeos y esas cosas que solo dan vueltas al asunto y no se llega a nada aru.- dijo con una leve sonrisa.

- Yo prefiero la luna aru, y pienso que todos tenemos que defendernos asi sea a golpes, siempre y cuando sea esta la ultima opción aru.- dijo con tranquilidad, muchos mayores exageraban cuando dos personas se peleaban por "x" asunto, aunque tambien, el no sabia porque motivos se peleaban aveces las personas, no le encontraba sentido alguno.

- Dices que no eres buena compañia yo considero que si, solo que a tu manera aru.- dijo encogiendose de hombros y sonriendole amigablemente.- Contal y me digas cual es tu razon por la cual no me hables e ignores todo bien, no me gusta andar de chismoso y averiguar por que de otras personas aru-

Se sonrojó levemente cuando le dijo que era una buena compañía, aunque fuese a su manera... ¿Alguien le había dicho eso antes? No, nadie.

- En realidad comencé yo la pelea... pero él decidió insultarme sin motivos y me pilló en uno de esos días que las chicas calificarían como "estoy con la regla" - gesticuló las comillas con los dedos de las manos - no suelo ser agresivo, aunque tampoco soy especialmente pacifista pues la adrenalina que se libera en combate es difícil de liberar en otras ocasiones.

Comenzó a juguetear con algún que otro mechón de su pelo.

- Si algún día dejo de hablarte no se si seré capaz de darte un motivo - suspiró, soy sencillamente caprichoso y me gusta renovar el ambiente en el que me muevo, o al menos así era hasta hace unos días - tomo aire y lo liberó en una sonora carcajada - ¡Me he vuelto social! Si mi madre viese esto estaría alucinada... ahora me gusta estar con las personas de este instituto, supongo que porque aquí no soy tan raro - formó de nuevo las comillas con los dedos - "un raro entre raros se camufla como un normal entre normales"

Comenzó a reírse sin sentido, pero se sentía bien.

Vio su leve rubor con algo de curiosidad, se veia lindo de esa manera, Yao se dedico a sonreirle sinceramente mientras le escuchaba hablar.

- Oh ya veo, andabas de malas aru, eso a cualquiera le pasa.- dijo ladeando la cabeza y apoyandola en su mano izquierda mientras seguia viendo a Kytsume, Yao a continuacion se empezó a reir junto a él, parecia ser que ya estaba en un ambiente en el cual podia desembolverse mejor y ser el mismo, cosa en la que Yao no debia meterse, le daba igual, por alguna razon le recordaba a sus "hermanos" cuando escuchaba sus problemas.

- No veo quejandote de que socialices aru. Me alegra mucho por ti aru yo.- dijo sonriendo con los ojos cerrados, ya que justamente pasaba una suave brisa que daba la sensacion de querer hecharse ahi y tomar una siesta, o al menos para Yao lo era.

- Lo que me trae un poco más de cabeza... pudiendo irte por ahí a conocer gente fantástica y alegre, de esa que te sonríe y te hace sentir revitalizado... ¿Por qué estas perdiendo tu valioso tiempo conmigo? - se acercó lentamente al rostro de su acompañante - ¿Te recuerdo a algún familiar o algo así? En realidad sería extraño, porque mi color de pelo y el tono de mis ojos no son muy comunes pero... ¿Quién sabe? Todo podría ser...

Estaba un poco más cerca, a cuatro patas ante Wang, evitando destruir la caja de dulces que reposaba entre ambos.
Le inspeccionaba de cerca, era exótico y tenía un aroma agradable, por eso no comprendía que interés tendría en una persona fría y solitaria como él mismo era.

Continuando en su posición el viento soplaba tranquilamente dandole paz a ambos, sus comentarios le hicieron pensar distintas cosas, hecho su cabeza un poco para atras al ver como este se le acercaba mirandole de cuatro patas.

- Porque me ayudaste a encontrar el jardin aru, eso te hace buena persona, además como te dije antes, tienes tu manera de ser aru, porque eh de ir a conocer el prototipo de persona que siempre hay ?yoroshi.- dijo con una sinceridad nada normal, sonriendole amigablemente a Kytsume.

Le acaricio la cabeza a Kytsume por unos segundos y rió para si.- No le prestes atención aru, tuve que cuidar a muchos niños pequeños desde temprana edad, y digamos que ese instinto paternal me persigue aru.- dijo encogiendose de hombros tomando otro dulce de la caja, poniendoselo con la mano en la boca de kytsume sorpresivamente.- Además tu color de cabello es sencillamente puro y lindo aru yo...- dijo sonriendole ampliamente

Le dio un mordisco despreocupado al dulce y lo masticó lentamente, cerrando los ojos.

- En realidad, no me molesta tu instinto, me estoy acostumbrando al contacto - sonrió.

Y de pronto, se lanzó al regazo de Wang, algo muy extraño para Kytsume, que siempre era bastante distante con todos.
Tenía la sensación de que aquel chico rebosaba paz y un sentimiento hogareño en cada una de las palabras que decía, como si todo lo que saliese de sus labios pudiese relajarle por completo.

Aspiró profundamente el aroma de su nuevo amigo, aumentando el tamaño de su pecho, para luego liberar todo el aire con una sonora risotada de... ¿Felicidad? No sabía si aquello era realmente felicidad, pero se sentía increíblemente bien y si Wang le dejaba seguir ahí... ¿Por qué no disfrutarlo? Nunca había tenido un hermano mayor...

Miro de reojo a Kytsume al ver como este se lanzaba a su regazo comodamente, respirando hondo como si estuviese feliz, internamente eso le agrado a Yao, sabia que no era de esos que se la daban de prepotentes, bueno solo tenia una pequeña teoria sobre Kytsume.

- Deacuerdo puedes acostrumbrarte aru...- dijo tranquilamente, para luego fruncir el ceño y pelliscarle una mejilla .- Pero no significa que te aproveches de ello aru, deacuerdo?.- dijo poniendo las cosas en claro, con una ceja arquedaba viendole a los ojos, luego sonrió despreocupado relajandose con el viento y el olor puro de aquel jardin... Cerró los ojos para respirar hondo unos segundos.

- Está comodo ahi aru?.- dijo con cierto sarcasmo divertido hacia Kytsume

- Aprovecharme... ¿De qué? - le miró algo extrañado, pero sin darle demasiada importancia volvió a recostarse en su lugar.

Suponía que se refería al ámbito sexual, porque era el ámbito que más preocupaba siempre a la gente con la que se relacionaba. Solían prohibirle el contacto porque le llamaban "maricón" y le decían que se estuviese lejos o canturreaban "Manos al culo, que Kytsume no es seguro".
Ese tipo de cosas habían dejado de importarle hacía ya mucho, pero las precauciones seguían en su mente. Quizá por culpa de todos aquellos idiotas ahora era tan antisocial.

Cuando escuchó la pregunta de Yao [Te voy a llamar por tu nombre y tal, llegados a estas alturas xD] sonrió con dulzura y contestó:

- Tu regazo es demasiado cómodo, podría dormirme en él - suspiró y cerró los ojos con una leve sonrisa dibujada en los labios.