Una clase particular

Se acercaba la hora de mi "Castigo" cuando iba recorriendo los pasillos de primero para alcanzar los de segundo. Iba a paso ligero para no llegar tarde, pues ya me veía la cara del profesor Albtraum en la mesa y mirando el reloj con cara de decepción.

Subí las escaleras del segundo piso ya entrada la tarde y recorrí el pasillo hasta llegar a la puerta- Bueno...tranquilo, no será tanto- pensé respirando hondo.
Finalmente abrí la puerta firmemente y vi al profesor Albtraum sentado, como yo lo imaginaba minutos antes.

Buenos tardes Profesor Albtraum- entré y cerré tras de mi, después me encaminé al pupitre frente a la mesa del profesor- Siento que tenga que pasar por esto- intenté excusarme al ver su cara seria y de indiferencia hacia mi.

El ambiente estaba muy tenso, Albtraum parecía recordar nuestro encontronazo sin darle la más relevancia y se mantenía tranquilo en su mesa obvervándome de arriba a abajo.

Esta situación me gusta tan poco como a usted, pero se empeñaron tanto que no había manera de evitarla, si lo desea puedo retirarme y decirles que ya cumplí el castigo- mantuve mi postura seria la cual sabía que no intimidaría al profesor.

En mi fuero interno me estaba invadiendo una curiosidad devastadora sobre qué iba a pasar en aquella habitación cuando pronunció sus últimas palabras, pero entonces me acordé de nuestro encontronazo y el debate que tuvimos sobre "la curiosidad y la sed de conocimiento" esperaba que el rato que pasase con Friedrich Albtraum no empezase así y tuviera la oportunidad que entenderle mejor, al fin y al cabo era el profesor de Historia y mi objetivo era hacerle ver lo que valían mis conocimientos.

Aquello me pilló por sorpresa, mi primera impresión del castigo cuando entré ahí era el de estar frente a una persona que se creía superior al resto, que odiaba a lo demás y que, para colmo, era mi profesor de Historia. Intenté mostrarme todo lo recio que podía ante él, a ver si se cansaba de mi, pero ante su reacción fría lo único que consiguió es que me entrase un poco de nervio, no miedo, sino nervios. Exacto, yo no le tenía miedo a Albtraum, simplemente me ponían nervioso las personas como él, que no parecen decir nada pero que siempre te están mirando fijamente analizándome detalladamente...Ahora me estaba comportando como yo era realmente, yo analizaba a las personas y así saber como comportarme ante ellas.

El profesor no cambió su tono de indiferencia con cierto tono de curiosidad y malicia cuando me preguntó por qué me gustaba la historia. Una pregunta que nunca nadie me había hecho, ya que todo el mundo me veía siempre leyendo algo de ella. Al principio no supe contestar, dudé un poco y él lo notó. - Siempre me ha gustado, señor- creí comenzar bien- Desde muy pequeñito he crecido entre libros históricos de todas las épocas y lugares, supongo que esa sería la explicación fácil y rápida, pero a nivel personal siempre me ha gustado conocer el por qué de las cosas, cómo uy como se solucionaron, si es que hubo una solución buena...-mis palabras empezaron a fluir sin miedo alguno- conocer las lenguas que hablaban civilizaciones que ni existeny todas sus cosumbres olvidadas, como se llega a tener no una, sino dos guerras mundiales y lo que conlleva todo ello , y como una sola persona es capaz de, únicamente con sus palabras, convencer a una sociedad hundida, de que son los mejores y deben conquistar toda Europa...Todo eso, el por qué de los acontecimientos, la sed de conocimiento y como este mundo es tan súmamente estúpido para tropezar más de tres veces con la misma piedra...

Si tuviera que resumirle todo eso, señor, le diría que me gusta conocer los errores y logros que tuvo la humanidad desde su comienzo para que hoy en día, el mundo esté como esté...