...Aburrido~ [privado]

Estudie y me esforcé por esto. Para ser un Doctor, para proteger a mi único familiar y a la demás gente. Pero es una gran ironía, que no venga nadie a la enfermería, siquiera para consultar algo. Ni de por casualidad alguien llega aquí, por que está perdido o algo así.

Y, creo que por eso mi humor está de perros.

No quiero irme de la Enfermería porque si llega alguien cuando no estoy, no podré ayudar. Y es por eso que no salgo de esta habitación con todo lo necesario para ayudar a la gente que nunca llega. Maldito día, maldita sobre-protección de la escuela y maldito el cuidado de los alumnos.

Miro el libro que está sobre mi escritorio, abierto en la Página 53. Al parecer, este librito será mi compañía por el resto el día si no llega nadie. Me gustaría al menos que alguien llegue para hablar, aunque mejor si es que viene lastimado. Extraño practicar mi Profesión, además que me siento como un loco al saber que mi única compañía es un libro de la biblioteca.

---
((OFF: Perdón por el feo post xDDu))

Las ultimas 23 horas con 6 minutos de su joven y hermosa vida había conocido aquel juego, aquel extraño, simple, con dibujos no muy complejos, corto, pero bonito juego viciante en alguna parte del bello Internet, su nombre también era simple, "Take a Walk", y en eso también consistía, en caminar por un camino aparentemente recto mientras saltaba pequeños obstáculos, entonces ¿Que era lo tan viciante? ¿Aquella música de fondo, de alguna forma profunda? ¿La idea de que aquel personajillo caminador alegraba su día con el solo hecho de caminar por allí, hasta finalmente llegar a un campo? No y no, ninguna de esas era las razones, mas bien era una tan simple como el juego, o tal vez un poco estúpida; mientras se caminaba aparecían palomas a su alrededor, y mientras mas juntabas a medida de que avanzabas en uno de los 3 niveles ganabas una especie de premio, y curiosamente estas se iban si te detenías en cualquier momento. Así paso aquel largo tiempo, saltando y caminando por el juego mientras intentaba recolectar 20 palomitas...parecía tan difícil pero a la vez fácil, hasta que su histeria llego al máximo al nunca poder juntarlas, lanzando un grito y saliéndose de la habitación que el mismo desconocía de alguna forma, era nuevo en ese lugar y al no saber que hacer por allí además de ir a las clases que también desconocía donde estaban, solo le quedo caminar.

Poco tiempo paso de ello antes de relacionarlo de alguna forma con el juego, si...el camino aparentemente recto, los obstáculos que allí no estaban pero podían considerarse como las líneas del piso...solo faltaban las palomitas -...haha~- rió tontamente pensando que seria genial que apareciesen esas aves, comenzando a caminar y saltando al ritmo de alguna canción que estaba en su mente, evadiendo las líneas "awesomente” y, sin embargo al estar en esa actividad no vio una pared que se había puesto en medio, no el claramente, chocando con ella torpemente y luego cayendo de espaldas. Lo primero que hizo fue echarle la culpa a los Estadounidenses, luego sentir algo calido en sus labios y luego dolor, principalmente en la nariz -...ah~ ¿Que podría ser peor~?- Se quedo un momento en su lugar, esperando que aquel acontecimiento sucediese como un típico cliché...aunque, milagrosamente ocurrió nada, a lo que solamente suspiro mientras se ponía de pie volviendo a mirar a su alrededor, limpiándose la sangre que había salido con una manga y volviendo a sentir dolor, caminando hacia la enfermería o por lo menos, buscándola. Así malgasto un largo tiempo en lo que tenia que apretar su nariz para que no sangrara mas, hasta finalmente encontrar el bendito letrero siendo iluminado por la luz reflejada en la ventana, que para el era una luz celestial...cosas de locos. Entro finalmente sin siquiera tocar la puerta, sintiendo como casi se podía caer por la fuerza ejercida, pero entro en silencio sin saber mucho que hacer, no le gustaba estar en estos lugares, y mientras, buscaba con la vista al enfermero/a, preguntándose si era de esas "sexys" con pechos grandes que salina en los Ero-games...pero no, solo había un pelinaranjo leyendo un libro, que de alguna forma se le hacia familiar pero solo se acerco, dejando de sujetar su nariz para arreglarse los lentes y poder hablar mejor -eh...¿Disculpe?...¿Tiene algodón y agua oxigenada?...- pregunto mientras la nariz le volvía a gotear, obviamente se había roto pero a el le importaba poco o nada, suponiendo que con esos dos utensilios todo se podía arreglar.